Para mi jefita
Google cree que soy rico, un hombre
de cincuenta años que maneja
un Mercedes Benz.
Cree que poseo un refinado gusto
por la comida,
las mujeres y el vino,
que lo mismo escucho a Bach que a Eslabón
Armado,
y que quizá poseo un doctorado
de alguna prestigiada universidad (extranjera).
Que tengo algunos cultos seguidores
y que aprecio ver películas en las que hay
poca acción.
Google ignora -por suerte- algunas cosas
sobre mi persona:
que soy pobre y que vivo al día; que transito el mundo
a pie y entre las piedras.
Ignora que gusto de las tortas
callejeras y de los tacos
al pastor;
que aprecio más el hardcore y el hip-hop, desde luego
el black metal, o que a veces veo partidos
de la selección.
También ignora que recién obtuve la licenciatura
y que me batearon de la maestría,
que me batearon mil veces un guion
y una novela y unos cuentos; que a veces solo me queda
la poesía.
Supongo que ahora lo sabe,
who knows.

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