El pájaro azul se estrella en mi cráneo
cae
y sus alas rotas me devuelven
el ánimo
incapaces de emprender
el vuelo, aterrizan
a un lado. Es un sábado
6 de enero
(día
que solía ser mi favorito
por encima de mi cumpleaños);
acudo en auxilio
del ave
o el ave acude en mi auxilio
luego de que Ella sueñe
de un bolillo nacer un flamingo
rosado
hijo nuestro
nuestro hijo.

Lo transportamos en una caja
de cartón
para después encerrarlo en una jaula
de hierro;
Reinaldo, lo bautizamos
corre de un lado a otro, buscando
su libertad
buscando escaparse
de nosotros;
el pájaro azul
me muerde las manos
rasga mi piel y prueba mi sangre;
entiendo el temblor
de su pecho inflamado
dice Suéltame
suéltame
, dice, déjame ir
prefiero morir
que vivir encerrado
, escucho
su canto: no hay peor música
que el exacerbado trino,
el incesante aleteo
del pájaro azul
que se estrella en mi cráneo.

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