
Creo que el escritor nunca debe saber cómo se escribe. Eso es malo. El saber, casi en cualquier arte, determina un anquilosamiento. Lo bello del arte es el experimento, la aventura, la búsqueda.
Augusto Monterroso
Los talleres de escritura #ElCuentoPorNocaut y #VuélvetePuerca llegaron a su fin. El encuentro final (Duelo a muerte, le decimos de cariño) fue, a decir de Marco (el alumno que asistió a ambos con devoción) la más espectacular de todas las sesiones. Coincido con él. Cada uno de los textos fue una demostración de poder, sencillez, contundencia, honestidad y amor que poco a poco me fueron quebrantando (hasta extraerme la última gota de llanto). Porque congregar a estas personas (a varias de las cuales -no a todas- conozco desde hace años, aunque de diferentes círculos) a escribir con la pasión y el esfuerzo que mostraron nomás no tiene parangón. Como dijo Fátima (la hija pródiga que ya quisiera tener): ningún premio literario ni título académico se le compara a esta satisfacción. A este honor. Agradezco a los ya mencionados, y a Milian, Allan, Ash, Alheli, Ander, Adriana, Víctor, Garobiela, Nidia, Yazz, Miguel, Marquitos; a nuestro invitado especial Alberto; a Dulce y a Dom por ayudarme a construir ese espacio dentro de su espacio. Al Pequeño Bandido, por transportarme a Iztacalco. A Gati, por acompañarnos en Ecatepec. Nos veremos la próxima temporada si Diosito así nos lo permite y mientras haya quien desee escribir (como remedio).
















: Dr. Dom.

Deja un comentario