Me gustaría morir
como el pez diablo negro (o abisal)
luego de dejarse ver
por vez primera
en la superficie del océano,
tras mirar al sol de frente
y sonreír.

Me gustaría morir
en el clímax de la existencia
como el maguey (o agave)
que después de florecer se muere;
y su flor se yergue -imponente- hacia las nubes
y su sangre se torna bebida
de los dioses.

(Nosferatu de Eggers tuvo éxito
al morir entre las piernas de su amada.
Kurt Cobain tal vez
si acaso él jaló del gatillo.)

Me gustaría morir
con un tequila (o mezcal) entre las manos
de ser posible un cigarrillo
mientras en los audífonos siga sonando
la canción más feliz.

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