Autor: Samuel Segura
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De cualquier forma viene Belcebú
El macho cabrío se apareció una mañana por aquella calle en la que nunca había transitado un animal. Ni siquiera un perro. Los vecinos, desde sus mansiones, lo vieron caminar en cuatro patas, primero, y levantarse sobre sus cuartos traseros, después. Una mujer desnuda, al otro extremo de la calle, caminó hacia él. Por su […]
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La ruta que siguen los cadáveres
Vivíamos a la orilla del canal, ese que muchos años después se transformó en una carretera. Frente a nuestra casucha, hecha de láminas y tablas, había unas canchas de futbol de concreto; alrededor todo era frondosa vegetación: árboles y pasto en abundancia; aves, serpientes y otros bichos. Éramos siete hermanos. Yo nací el tercero. Y […]
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Supermán
Íbamos en tercero de primaria, y en realidad no éramos amigos. Se llamaba Kevin y tenía unas gruesas pestañas negras que rodeaban sus ojos grandes, azules. Kevin era un poco más bajo que yo. Quizá media cabeza. Cosa rara, porque los dos años anteriores yo fui siempre el primero en la fila. Ahora era él, […]
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La triste osadía del Señor Segovia (X)
El hotel estaba a orillas de una carretera, en realidad era un motel de paso. Tardamos diez minutos en llegar. El Uber se estacionó afuera de la entrada y dijo: —Péreme tantito —luego se bajó del vehículo. Vi cómo una mujer un tanto mayor se aproximó a él y algo se dijeron entre ambos. La […]
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En una caja de cartón
En una caja de cartón cabenveinte años de amistad,caben también, en una caja de cartón,algunos versos, poemasescritos por ti, poemasde una poeta que dejó la poesíaen libros, hojasdonde aviesas se encajanlas palabrasen ojos de lectores ávidos por vertedesnuda,empapadas, las hojas, por el agua,por alcohol, por gasolina, no sé yoqué pudo mojarlas: todas ellas permanecen curveadas,todas […]
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Escribir Hecatepec con H
—Me gustó mucho su libro —dijo la mujer—, solo que tiene un problema. —Cuál será —me pregunté antes de leer lo que había escrito ella después de los dos puntos. —Hecatepec se escribe sin H. La mujer, que escribió eso no recuerdo dónde, o que quizá me lo dijo personalmente, tenía razón. Incluso, estrictamente hablando, […]
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La triste osadía del Señor Segovia (IX)
Esta noche la terminaré a la orilla de una carretera, solo, entre la oscuridad. Tres o cuatro horas antes, en cuanto esté frente a mí, Sonia Soares me dirá: —¿Hola? —¡Hola! —le diré y me presentaré. Sonia también se presentará y sonreirá y moverá la cabeza de arriba a abajo mientras nos demos la mano. […]
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Hasta que todas las flores se marchiten
Hasta que todas las flores se marchiteny agachen sus cabezasfrente a ti. Hasta que la música guarde silencio–lo mismo que los pájaros,y en el cielo se diviseel infinito. Solo entoncesel infierno detendrá su maquinariay volveréa ser capaz de sonreírun día sincero;a deleitarme con los goces que la vidahabía escondidopara mí.
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Es lindo
Para Marsi Es lindo hacer el amorcontigo,porque tu cara se vuelve de gloria, tu sonrisaquiere expandirsehasta la eternidad. Es lindo que tus piernas me abraceny no quieran soltarmenunca; es lindoque me rasguñes la espalda, que lamasmi cuello, que gimasmucho y me digas: miamor. Es muy lindo, te digo, hacer el amor contigo,tan lindo como el […]