Por Sam Shepard*
Yo…
te dedicaba grandes discursos cuando te fuiste.
Te hablaba todo el tiempo, aunque estaba sola.
Me pasé meses hablando contigo,
y ahora no sé qué decir.
Era más fácil cuando solo te imaginaba.
Me imaginaba tus respuestas.
Teníamos grandes charlas…
los dos.
Era como si estuvieses ahí.
Te podía ver, oír, oler.
Oía tu voz.
A veces me despertaba en medio de la noche,
como si hubieses estado en la habitación conmigo.
Entonces…
te ibas lentamente.
Ya no te podía ver.
Intentaba hablarte alto,
como antes,
pero ya no había nada.
No te podía oír.
Entonces…
desistí.
Todo se detuvo.
Tú…
habías desaparecido.
*Diálogo de la película Paris, Texas.
Deja una respuesta