Quién sabe qué horas
atravieso en mi desvelo,
cuando la oscuridad arremete y abraza
los sueños de los que no despierto.
Solo en la noche logro
dilucidarme pleno:
de un salto vuelo y aprecio
el cielo desde el firmamento.
Agradezco el instante en que usurpo
el superpoder de los pájaros
y de algunos insectos.
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