A veces lloro
cuando es de noche y el sol está lejos
de mí,
de asomarse por este sitio
donde lloro
como el niño que fui, ahí es
donde lloro.
A veces lloro
y no sé por qué
mis lágrimas escuecen mis ojos; corren
por mis pómulos pronunciados,
su pista son mis pómulos
cada día más
pro nun cia dos;
la memoria rota
cada vez más
r
o
t
a
bienvenidos sean, les digo,
al imperio del sentimentalismo:
es el viejo que no sé
si un día llegaré a ser.
A veces lloro
por una película, por una canción (muy triste),
lo que sea que me conmueva
en el momento; me conmueven
tantas cosas: la hormiga que carga
una migaja, el perro que lame
sus heridas; un día quise ser
inconmovible,
pero ahora soy
insoportable,
soy el que de pronto dice:
basta, compermiso, muchas gracias,
y se retira de ahí
a llorar.
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